En este "On The Run Tour 2011", al no tener parada Catalana, tuvimos que visitar nuevamente Paris y Liverpool.
Como si el tiempo no hubiera pasado, dos años después nos volvimos a reencontrar cara a cara, todo nuevamente en el mismo escenario y con los mismos protagonistas, en esta ocasión un grado más especial por la reincorporación de Susanna.
Nada fue fácil, e incluso las informaciones del tour eran tan extensas que el planning llegó a convertirse en una auténtica pesadilla, seguir cada posible movimiento de este itinerario podía llegar a saturarnos, éramos conscientes de que un solo movimiento sin seguir del planning era la pérdida total de las posibles opciones de éxito.
Tuvimos la sangre fría de esconder tres grabadoras de vídeo, en diferentes ángulos para poder captar la mágica experiencia. El resultado realmente fascinante, la combinación de un Paul consciente de que éramos las mismas caras conocidas de tantas ocasiones, pero sobretodo sabiendo que era esa misma postal de hace ya dos años.
Paul actuó con una normalidad rotunda, controlando el timming de cada segmento, consciente de con quien estaba tratando y analizando cada pieza que firmaba, no dudando en charlar, e incluso parecía disfrutar casi como nosotros del momento. Al no encontrar el típico griterío que tiene que soportar en cada viaje, y poder controlar él mismo la situación, no tuvo ningún tipo de prisa para marcharse.
Su seguridad personal me avisó de que se acordaba de mí, pero asombrosamente nos indicó que estuviéramos tranquilos porque seguramente nos firmaría. El comportamiento de su seguridad ayudó esta vez a disponer de mucho más tiempo de lo habitual.
Me quedo con la mirada de Paul poco antes de estampar su firma en mi bajo Hofner. Casi no hizo falta explicarle lo importante que era esa pieza para mí, yo sabía perfectamente que ya no firmaba instrumentos que no fueran benéficos desde ya hace mucho tiempo, y me jugué que me ignorara completamente. Pero por suerte todo salió perfecto, Paul me dijo que no hacía falta dedicármelo porque sabía que era para mí, esa mirada antes de la firma fue aplastantemente reconfortable...
Algo en mi interior me decía desde hace un tiempo, que tuviera cuidado porque ese sueño se podía cumplir si nuevamente tenía un encuentro con Paul en esas mismas condiciones...
Poco antes de irse le dije que también íbamos a Liverpool y le pedí "Moonkberry Moon Delight" para ese show. Un Paul sonriente me contestó si la iba a cantar yo.
Fue un detallazo nuevamente que nos dedicara la canción "Ram On" en la actuación de Liverpool.
Estas fueron nuevamente unas auténticas "Wonderful Christmas Time"...
Como si el tiempo no hubiera pasado, dos años después nos volvimos a reencontrar cara a cara, todo nuevamente en el mismo escenario y con los mismos protagonistas, en esta ocasión un grado más especial por la reincorporación de Susanna.
Nada fue fácil, e incluso las informaciones del tour eran tan extensas que el planning llegó a convertirse en una auténtica pesadilla, seguir cada posible movimiento de este itinerario podía llegar a saturarnos, éramos conscientes de que un solo movimiento sin seguir del planning era la pérdida total de las posibles opciones de éxito.
Tuvimos la sangre fría de esconder tres grabadoras de vídeo, en diferentes ángulos para poder captar la mágica experiencia. El resultado realmente fascinante, la combinación de un Paul consciente de que éramos las mismas caras conocidas de tantas ocasiones, pero sobretodo sabiendo que era esa misma postal de hace ya dos años.
Paul actuó con una normalidad rotunda, controlando el timming de cada segmento, consciente de con quien estaba tratando y analizando cada pieza que firmaba, no dudando en charlar, e incluso parecía disfrutar casi como nosotros del momento. Al no encontrar el típico griterío que tiene que soportar en cada viaje, y poder controlar él mismo la situación, no tuvo ningún tipo de prisa para marcharse.
Su seguridad personal me avisó de que se acordaba de mí, pero asombrosamente nos indicó que estuviéramos tranquilos porque seguramente nos firmaría. El comportamiento de su seguridad ayudó esta vez a disponer de mucho más tiempo de lo habitual.
Me quedo con la mirada de Paul poco antes de estampar su firma en mi bajo Hofner. Casi no hizo falta explicarle lo importante que era esa pieza para mí, yo sabía perfectamente que ya no firmaba instrumentos que no fueran benéficos desde ya hace mucho tiempo, y me jugué que me ignorara completamente. Pero por suerte todo salió perfecto, Paul me dijo que no hacía falta dedicármelo porque sabía que era para mí, esa mirada antes de la firma fue aplastantemente reconfortable...
Algo en mi interior me decía desde hace un tiempo, que tuviera cuidado porque ese sueño se podía cumplir si nuevamente tenía un encuentro con Paul en esas mismas condiciones...
Poco antes de irse le dije que también íbamos a Liverpool y le pedí "Moonkberry Moon Delight" para ese show. Un Paul sonriente me contestó si la iba a cantar yo.
Fue un detallazo nuevamente que nos dedicara la canción "Ram On" en la actuación de Liverpool.
Estas fueron nuevamente unas auténticas "Wonderful Christmas Time"...
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